jueves, 16 de julio de 2009

Margot


Margarita confirma poco a poco una sensación que desde hace un tiempo, quien escribe empieza a percibir.
A pesar de sus adormilados ojos y su voz poco imponente, Margarita empieza a perfilarse como una figura de peso en la escena política nacional.
Además del manejo mediático, parece tener mucha mas capacidad de construcción que la mayoría de sus correligionarios.
En las antípodas del carisma de Raúl Alfonsín, su carácter conciliador parece ir aglutinando de a poco al radicalismo detrás de su figura.
Lo que me parece auspicioso es el ascenso de una dirigente con la que se puede discutir seriamente y acordar posturas comunes de los grandes temas nacionales.
Nosotros debemos corregir nuestros errores, pero los otros sectores políticos no peronistas con los que compartimos un proyecto nacional deben aportar a la construcción.
Espero que Margarita, llegado el momento, no defraude.

lunes, 13 de julio de 2009

Espejos de colores


Desde siempre hubo dos Argentinas, una en el poder y otra pugnando arrebatárselo.
Hasta ahora perdemos por goleada, pero tuvimos nuestros quince minutos de buen futbol con algunos tiros en los palos.
¿Es posible un “dialogo” entre ellas?...difícil.
¿Y un consenso?... Ja Ja.
Somos el agua y el aceite, hablamos idiomas distintos y estoy seguro que hasta piensan que somos de especies distintas.
El problema es que ellos están organizados y su instinto de preservación los hace minimizar sus diferencias internas ante la presencia de peligro, además son rápidos y decididos cuando huelen la sangre.
Nosotros somos un carnaval de voluntades, con predisposición a mirarse el ombligo y a dejarse engañar con espejitos de colores.
El “dialogo” republicano es la nueva pulsera de vidrio rosado, que nos ocupara el tiempo y las neuronas mientras ellos se siguen reorganizando.
El experimento de Honduras ha salido exitoso y parece mostrar el camino futuro. Por ahora les importa no aflojar la presión en toda la cancha, no dejar pensar y rodear a los mejores jugadores hasta que la oportunidad sea propicia para pegar el zarpazo.
Para desactivar la trampa hace falta grandeza e inteligencia.
Grandeza para aceptar errores y críticas.
Inteligencia para convocar a un “gran acuerdo nacional” a todos aquellos sectores de la política que estén de este lado de la vereda, en lo que respecta a los grandes temas nacionales, como la política impositiva, la monetaria, los medios de comunicación y los recursos naturales.
Aun se esta a tiempo de restaurar los errores que han puesto en serio peligro lo logrado en estos años.
Perdimos el manejo del acelerador, no perdamos el comando del volante.

viernes, 10 de julio de 2009

Errores II: La perdida de perspectiva


Se han escrito miles de textos acerca de lo que le ocurre a quien esta en el poder, de ese tránsito hacia la sola aceptación de su perspectiva de la realidad en detrimento de la perspectiva que lo llevo a acceder al poder. De la aceptación de opiniones solo favorables a su parecer y la idea casi paranoica que toda opinión contraria a la propia es un ataque ó un intento de socavar su autoridad.
Pero indefectiblemente, más tarde o más temprano todos caemos. En definitiva, somos humanos.
No estoy hablando de no reconocer algunas cosas públicamente, porque eso es parte del juego político. Estoy hablando de creer que “mi” realidad es “la” realidad.
Esto no es tan grave para humildes ciudadanos de a pié como quien escribe, pero en aquel que conduce una fuerza política y una Nación la cosa toma otra dimensión.
Nuestros compañeros que conducen este proyecto político, al que adscribo y apoyo, me temo que han cometido este tan común error.
Uno puede creer que no hay inflación, que la economía sigue creciendo, que se sigue mejorando como hace seis años. Uno puede hacerlo y gritarlo a los cuatro vientos, el problema es que si esto no es lo que sucede perdes credibilidad y ya no te creen nada, ni las verdades ni las mentiras.
Cuando un argentino que todavía no consiguió trabajo, que depende de algún plan social, que recibe dadivas del puntero de turno y el dinero le rinde cada vez es menos, escucha a su presidenta diciendo que todo esta bien se siente defraudado.
Me importa un pepino los reclamos del medio pelo que chilla de lleno.
Las necesidades de los más humildes de la patria, de aquellos que son la razón de ser del peronismo, son las que no hay que perder de vista.
Estoy hablando de palpar la realidad y meterse a caminar las calles.
Para muestra basta un botón. La primera acción de gobierno de Néstor fue viajar personalmente a Entre Ríos a solucionar él mismo el paro docente. No los convoco a la capital; fue, se sentó, discutió con las partes y soluciono la cuestión en conflicto. El mensaje fue claro y contundente, el presidente se arremanga, escucha a la gente y soluciona los problemas.
Recuerdo que espere infructuosamente esa misma actitud durante la escalada del conflicto con las patronales del campo, solo se escucharon discursos desde la capital.
No estoy planteando incapacidad de Cristina sobre Néstor, sabemos que ambos son un bloque compacto y uniforme.
Hablo de volver a las fuentes, abandonar las dulces palabras de los cortesanos enrolados en el SiNestismo y el SiCristinismo, abandonar los actos preparados para la TV y caminar sin custodia ni dirigentes por las calles de la Argentina.
Hablo de poner la cabeza en la boca del león, de ir a donde más te putean y no solo donde te aplauden y vitorean.
Hablo de no solo ir a los actos donde los dirigentes mueven el aparato.
Hablo de volver a poner las patas en la fuente. ¿Se entiende?
No hay que inventar nada nuevo, solo recuperar algunos hábitos.

miércoles, 8 de julio de 2009

Errores I: La Soberbia


Durante la primera presidencia de Néstor y Cristina, en la que les toco sacar a un país del infierno y a punto de la disolución social, casi sin capital político y con casi inexistentes acuerdos con los barones del conurbano, la tozudez y la casi nula discusión acerca de las iniciativas de gobierno con el resto de la dirigencia peronista; fueron virtudes que a partir de los resultados obtenidos encolumnaron silenciosamente a la sociedad tras las figuras del matrimonio presidencial.
En esta etapa, paradójicamente fue la de mas “consenso” con el radicalismo en algunas leyes fundamentales como la de educación, por ejemplo.
A medida que se pasaba del infierno al purgatorio, el modelo económico beneficiaba en primera instancia a la clase media, que trasladaba este beneficio a los sectores de clase media pauperizados y a la clase baja laboralmente mas calificada.
Una vez consolidado el beneficio de los sectores medios y laborales calificados, y llegado el tiempo de ensanchar la base de beneficios a los sectores de menores recursos, en otras palabras, profundizar el modelo; aparecieron los nuevos reclamos de los sectores medios de mayor calidad institucional y diálogo.
Ya la “virtud” de no escuchar a nadie, tan útil a la hora de manejar las variables económicas y de nadar contra la corriente en cuestiones centrales como la renegociación de la deuda y tantas otras cosas, se convirtió en un pecado.
Es una cuestión natural del ser humano, quien tiene sus necesidades básicas solucionadas empieza a sentir otras necesidades menos básicas, esta es la herida que comenzó a abrirse en el proyecto K y que hábilmente el poder establecido se encargo de salar y agrandar.
Este fue el gran error de la pareja presidencial, no advertir el cambio de humor o advertirlo y desestimarlo.
El gobierno perdía apoyo en grandes sectores de la clase media beneficiada por el modelo y no terminaba de incorporar a los beneficios plenos a los sectores sociales mayoritarios de la población.
Llegaba el momento de frenar la marcha para no perder mas gente o de acelerar y repartir abruptamente la riqueza para favorecer a aquellos que mantendrían los votos necesarios para la continuidad del proyecto.
No se hizo ni una cosa ni la otra y sangramos por el medio y por debajo de la pirámide social.
Desde el punto de vista práctico, hoy es imposible acelerar la marcha.
El gobierno debe abrir la cabeza y escuchar sinceramente a muchos sectores políticos, que de ninguna manera son enemigos a la hora de acordar los grandes temas nacionales.
La soberbia peronista, una vez mas nos jugo una mala pasada.
Y cuidado que no estoy hablando solamente de dirigentes, todos hemos alimentado y practicado esta soberbia.
Hay que cambiar de actitud, solos no vamos a llegar a nada.

martes, 7 de julio de 2009

Esta todo bien?


Parece que de a poco pasa la depre por la derrota entre los compañeros y van asomando las ganas por defender lo logrado. Excelente.
Pero a no confundir convicciones con tozudez. Y en esto las apariciones públicas de Néstor y Cristina no ayudan mucho. Esta bien que públicamente no se debe retroceder porque los lobos aprovechan cada centímetro de retranca pero, hacia adentro es otra cosa.
Me alarma mucho que grandes sectores de la población a la que decimos defender, nos hallan dado la espalda. Y parece que nadie (en el gobierno) acusa recibo.
De nada sirven las convicciones si no se plasman en la realidad, al menos en el peronismo con el que me reconozco.
Podemos seguir confiados en que esta todo bien y ya se van a dar cuenta del error cometido, o podemos parar a pensar un poco las cosas.
Me aterra ese planteo de algunos sectores “progresistas” que ante la “derechización” del PJ piden armar por afuera. Es un discurso de la izquierda gorila que siempre se enarbolo para explicar su antiperonismo y serle así siempre funcional al poder establecido.
Dejémonos de romper las bolas, no perdimos por TN ni por los caciques ni por nada que no sea nuestra incapacidad para expresar (mayoritariamente) a los que decimos representar.
Se han cometido errores en el gobierno que han drenado fuerzas y compañeros hacia fuera y el 28 se encendió la alarma. De nosotros depende que no se dilapide el esfuerzo realizado.

miércoles, 1 de julio de 2009


Perdón viejo, 35 años y todavía andamos en la tarea de completar tu obra.
Un poco de paciencia, si?