Pobres chacareros!!!

Desde un año a esta parte me he cansado de oír la expresión “pobres chacareros” para identificar a algunos de los miembros de la comunidad rural que se manifiestan y protestan en las rutas, haciéndose eco de las palabras del “ilustre y combativo” presidente de la Federación Agraria, entidad que defiende como nadie a estos chacareros en contra del “robo y abuso” que hacen de ellos este gobierno “dictatorial y autoritario”. Eso si, aliados con la “democrática y progresista” Sociedad Rural, entidad que tiene entre sus miembros mas notables a “joyas del patriotismo” como Martínez de Hoz y su ilustre familia.
Lo notable es que la expresión “pobre chacarero” aplicada a estos manifestantes es usada no ya por sus representantes y/o voceros, lo que no es de extrañar, sino que es moneda común en el vocabulario de sectores de clase media que expresan mediante su adhesión al reclamo de las patronales rurales, su enfrentamiento político con el gobierno.
Surgen entonces algunas preguntas:
-¿Puede un pobre chacarero poseer una o varias 4x4 y un campo de altísimo rendimiento agropecuario?
-¿Cuántas hectáreas de este tipo de tierra puedo yo comprar, profesional de clase media, si decidiera vender mis bienes para dedicarme a este tipo de emprendimiento?
-¿No será que este pobre chacarero es en realidad un mediano empresario, que emprende una actividad de riesgo?
-¿Si este empresario es pobre, que soy yo?
-¿ Si este empresario es pobre, qué es entonces aquel compatriota que vive de juntar cartones, por ejemplo?
-¿No es un terrible insulto entonces, a nuestra inteligencia y a miles de compatriotas que aún viven incontables necesidades, hablar de pobres chacareros en referencia a estos empresarios rurales?
Parte de la repuesta posiblemente radique en esa identificación que siempre ha tenido el medio pelo argentino con los sectores mas acomodados de la sociedad antes que con el grueso del pueblo. Esta identificación además es terriblemente contradictoria, ya que en países como el nuestro la clase media esta muchísimo mas lejos, en términos económicos, de la clase alta que de la clase trabajadora. Además, la situación de confort de la clase media esta atada indefectiblemente a la capacidad de gasto de la clase trabajadora, al estar aquella compuesta fundamentalmente por profesionales.
En cambio, la subsistencia de los elevados rendimientos económicos de los emprendimientos que alimentan a nuestra clase dominante, siempre están basados en el bajo costo laboral de sus trabajadores, en otras palabras a su miseria.
Por supuesto que nada de esto es casual, si uno que tiene dos dedos de frente advierte estas situaciones, imagínense lo estudiada que tendrán la situación aquellos que cortan el bacalao. El bombardeo mediático asegura el mantenimiento y por que no la profundización de los paradigmas culturales de nuestra sociedad.
¿Que hacer con todo esto?
Basado en mi decisión de ya no eludir la discusión política, sino más bien fomentarla con mis pares medio pelo. He emprendido la tarea de hacerles más o menos las mismas preguntas que aquí he mencionado con el motivo de exponer las contradicciones antes citadas. No con la intensión de convertir a mis conocidos en adherentes al gobierno, sino para tratar de volverlos críticos con el discurso mediático.
Con satisfacción puedo comentar que la tarea da sus frutos, no he conseguido traer agua para este molino, pero le saco al de la contra. Pequeñas victoria que le dicen.
Invito a todos a intentar esta tarea, además de hablar entre nosotros, vayamos a pelear en la vereda de enfrente. Invitemos a aquellos que descreen del peronismo, por los motivos que sean, ya no a adherir a nuestra ideología sino a no ser útiles para los enemigos de la patria.
Una advertencia, armarse de calma para no soltar un “gorila de mierda” a nuestro interlocutor después de haber escuchado algún comentario enervante. Seamos pacientes, después de todo si no es peronista muy inteligente no debe ser. Je Je.
Un abrazo, Marcelo