lunes, 13 de julio de 2009

Espejos de colores


Desde siempre hubo dos Argentinas, una en el poder y otra pugnando arrebatárselo.
Hasta ahora perdemos por goleada, pero tuvimos nuestros quince minutos de buen futbol con algunos tiros en los palos.
¿Es posible un “dialogo” entre ellas?...difícil.
¿Y un consenso?... Ja Ja.
Somos el agua y el aceite, hablamos idiomas distintos y estoy seguro que hasta piensan que somos de especies distintas.
El problema es que ellos están organizados y su instinto de preservación los hace minimizar sus diferencias internas ante la presencia de peligro, además son rápidos y decididos cuando huelen la sangre.
Nosotros somos un carnaval de voluntades, con predisposición a mirarse el ombligo y a dejarse engañar con espejitos de colores.
El “dialogo” republicano es la nueva pulsera de vidrio rosado, que nos ocupara el tiempo y las neuronas mientras ellos se siguen reorganizando.
El experimento de Honduras ha salido exitoso y parece mostrar el camino futuro. Por ahora les importa no aflojar la presión en toda la cancha, no dejar pensar y rodear a los mejores jugadores hasta que la oportunidad sea propicia para pegar el zarpazo.
Para desactivar la trampa hace falta grandeza e inteligencia.
Grandeza para aceptar errores y críticas.
Inteligencia para convocar a un “gran acuerdo nacional” a todos aquellos sectores de la política que estén de este lado de la vereda, en lo que respecta a los grandes temas nacionales, como la política impositiva, la monetaria, los medios de comunicación y los recursos naturales.
Aun se esta a tiempo de restaurar los errores que han puesto en serio peligro lo logrado en estos años.
Perdimos el manejo del acelerador, no perdamos el comando del volante.

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